Tras leer ésta noticia, resulta gratificante ver como normalizamos poco a poco los conceptos. El titular: “China vuelve a la carga, baja el coeficiente de caja para intentar animar la economía… la decisión tomada por el BPCh persigue poner más dinero al alcance de la banca para estimular el crédito y la liquidez en la economía del gigante asiático”.
El mecanismo propuesto, sin embargo, no es lo que piensa la mayoría de la gente. No significa que el BPCh le haya dado a la máquina de imprimir yuanes para que los bancos los distribuyan en la economía (presuponemos que se refiere a la economía productiva). El mecanismo consiste en bajar el coeficiente de caja del 17,5% al 17%. Para entendernos, que si un banco chino X tiene depositados 17,5 yuanes en reserva en el BPCh, anteriormente podía dar créditos por 100 yuanes. Ahora, esos 17.5 yuanes le permiten dar créditos por 102,94 yuanes.
¿Nadie se va a preguntar de donde salen esos 2,94 yuanes adicionales, o incluso los 85,44 restantes (102.9417,5)? Respuesta: ¡de ningún sitio!, los crea el banco X y se llama dinero electrónico. Este es un ejemplo clásico de cómo los bancos centrales tienen transferida a la banca privada la función esencial de creación del dinero.
¿Y esto… es un problema?. Realmente es una parte “importante” del gran problema. La otra parte implica preguntarse si esos 2.94 yuanes contribuirán a estimular el crédito y la liquidez en la economía, y a qué componente de esta, ¿a la economía productiva tal vez? ¿A la economía financiera? ¿A partes iguales? Si recayese en la productiva podría ser que mejorasen los datos, pero si se destina a seguir dopando a la financiera parece obvio que no será muy efectivo. Teniendo en cuenta que es la octava rebaja desde 2011 y el resultado no hace más que empeorar, igual ha llegado el momento de replantearse las cosas…
En el anterior post comentábamos que estamos siendo testigos de una intensa campaña para la eliminación del dinero en efectivo, empezando por los billetes de alta denominación. Poníamos en duda los argumentos que las autoridades están dando para justificar esta decisión.
¿HAY OTRAS RAZONES NO DECLARADAS?
Existen razones para creer que la principal razón para la eliminación del efectivo es la imposición de tipos de interés negativos. Hasta ahora, los bancos centrales de Europa, Japón, Suecia, Suiza y Dinamarca han puesto ya tipos negativos a los excesos de reservas bancarios. Esto significa que ahora los bancos tienen que pagar por tener dinero depositado en el banco central. Esto no es así en EEUU, pero la presidenta de la Reserva Federal ha declarado hace poco que esa alternativa está sobre la mesa. En el BCE, algunos expertos estiman que puede alcanzar un increíble -4%. El objetivo por lo visto es penalizar a los bancos por tener demasiadas reservas, empujándoles así a consumirlas mediante la creación de crédito.
Los intereses negativos ya están alcanzando a algunos grandes clientes de la banca, con intereses negativos por sus depósitos. Aún no han alcanzado a la mayoría de la población (los depósitos están aún en positivo, o 0%), pero no se descarta que pronto lleguen también a las cuentas corrientes normales. La idea es penalizar el ahorro y estimular por tanto el consumo.
En ese momento es previsible una salida generalizada de dinero en forma de efectivo. Empresas, ciudadanos y fondos, preferirán tener su dinero bajo el colchón antes que les hagan pagar intereses por tenerlo depositado en el banco. Ésta podría ser la verdadera razón para la eliminación del efectivo: impedir la salida masiva de dinero de los bancos en caso de implantar intereses negativos, ya que eso generaría un corralito que destruiría el sistema bancario.
¿CUÁL ES LA POSICIÓN DE DINERO POSITIVO?
En Dinero Positivo estamos haciendo un debate con toda esta información. Los que nos siguen y conocen la diferencia entre el dinero ‘real’ creado por el Banco Central, y el ‘dinero bancario’ creado por los bancos como un simple apunte contable, se dan cuenta del peligro de esta jugada. El dinero en efectivo es el único dinero real y soberano que los ciudadanos podemos tener, y constituye sólo un 3% del dinero en circulación. Si se prohíbe, todo nuestro dinero va a ser bancario. Podremos moverlo de un banco a otro, pero nunca fuera del sistema bancario.
En un primer momento la medida puede percibirse como positiva, ya que el pago electrónico es muy cómodo y además puede que aflore dinero de la economía sumergida y que se dificulte el crimen organizado. Pero a más largo plazo tenemos otras preocupaciones:
El peligro del Gran Hermano. Toda la información de nuestros pagos y cobros está en manos de la banca. Esto intranquiliza a cualquiera.
La seguridad de los depósitos. En la próxima crisis financiera no podremos sacar nuestro dinero del banco. Pueden imponerse intereses negativos sin que podamos hacer nada. En casos extremos se podrían incluso aplicar quitas.
El señoreaje. El Banco Central obtiene un beneficio por el hecho de crear dinero, la diferencia entre el valor de billetes y monedas y el coste de fabricarlos. Este beneficio pertenece a la sociedad. Nosotros proponemos que pase a ser el 100% del dinero creado así, y sin embargo con esta medida sería el 0%.
El 100% del dinero será creado en forma de deuda, en lugar del 0% como proponemos nosotros.
Las grandes organizaciones del crimen y el tráfico de armas encontrarán medios para sortear estas medidas. A quien de verdad va a penalizar es a la pequeña economía sumergida. Es posible que muchas actividades de la economía informal queden condenadas a la exclusión.
Desde Dinero Positivo no estamos contra las modernas formas de pago. Lo importante no es eso, sino la naturaleza del dinero que manejamos. Si tuviésemos un dinero soberano, incluso se podría debatir sobre las ventajas e inconvenientes de la eliminación del dinero en efectivo. Pero con el actual sistema monetario, supone eliminar el poco dinero soberano que tenemos y hacer que el 100% sea bancario. Eso, sumado a los tipos de interés negativos, puede suponer un cambio significativo en la historia monetaria cuyos efectos habrá que ir viendo, pero que nosotros estimamos que serán muy importantes y perjudiciales para los ciudadanos.
Hace tiempo que se vienen escuchando llamamientos para la eliminación del dinero en efectivo. Últimamente éstas declaraciones se han multiplicado en cantidad e intensidad, como si respondieran a una campaña organizada. De hecho varias de las personas que piden la abolición del efectivo pertenecen al Grupo de los 30 o G30, colectivo internacional que agrupa a líderes financieros y académicos, incluyendo a los presidentes de los distintos bancos centrales.
Algunos creen que esta intensificación de la campaña fue decidida en la reciente cumbre de Davos, pues desde entonces las declaraciones se han multiplicado:
El CEO de Detsche Bank predice que el efectivo no existirá en 10 años.
El mayor banco de Noruega, DNB, pide que el país deje de usar efectivo.
El consejo editorial de Bloomberg publica el artículo «Bring on the cashless future».
Financial Times publica una editorial «The benefits of scrapping cash».
Peter Sanders, profesor de Hardvard, publica un paper pidiendo la eliminación de billetes de alta denominación, «Making it harder for the bad guys».
Mario Draghi, presidente del BCE, anuncia que ha decidido eliminar los billetes de 500€.
Larry Summers, profesor de Hardvard y ex-secretario del Tesoro estadounidense, publica en el Washington Post «It’s time to kill the $100 bill».
Hasbro, fabricante del juego Monopoly, anuncia que el juego ya no tendrá dinero en efectivo, sino tarjetas.
New York Times publica una editorial “Getting Rid of Big Currency Notes Could Help Fight Crime”.
¿No es mucha casualidad que todo esto suceda en apenas 3 semanas? Hay quien afirma que se está siguiendo un plan, cuyas fases iniciales son:
Vincular el uso del dinero en metálico con el terrorismo y la delincuencia.
Establecer límites a los pagos en efectivo.
Bajar periódicamente dichos límites.
Acostumbrar a la gente a hacer todas los pagos, aunque sean pequeños, con tarjeta.
Ir creando la conciencia social de que la mera posesión de dinero en efectivo es sospechosa, pues ya no es necesario.
Parece que este plan se va desarrollando a la perfección. En muchos países europeos ya existen límites a los pagos en metálico. En España es de 2.500€, en Francia ha bajado de 3.000€ a 1.000€. En otros como Alemania no existe éste límite, pero ya se propone imponerlo. En cuanto a la vinculación del efectivo con la delincuencia, el terrorismo o la evasión fiscal, la campaña está en marcha como se ha visto en los titulares ya mencionados.
¿SON CIERTAS LAS RAZONES ARGUMENTADAS?
En la Eurozona se estima que los billetes de 500€ son 30% del dinero en circulación (El BCE lo debe saber bien, puesto que los crean ellos), pero la realidad es que la inmensa mayoría de los ciudadanos ni siquiera ha visto estos billetes. Cabe preguntarse, ¿a qué viene ahora demonizar este billete, cuando ellos mismos decidieron crearlos, y en gran cantidad? Parece lógico suponer que sabían perfectamente a qué usos se iban a destinar esos billetes.
Por otra parte, un experto estima que el trabajo no declarado bajaría un 1 o 2%, mientras que el crimen organizado bajaría entre un 3 y 4%. Es posible que para los pequeños pagos se empiece a utilizar otro tipo de dinero como monedas sociales locales, o bien como en otras épocas de la historia, cigarrillos o chocolate. En el otro lado del espectro, las organizaciones criminales disponen de redes de compañías fantasma para el blanqueo y movimiento del dinero hasta los paraísos fiscales.
En definitiva, aunque está claro que la eliminación de los billetes de alta denominación y en general del dinero en efectivo, va a tener un efecto sobre la economía sumergida y sobre el blanqueo en actividades delictivas, hay razones para sospechar que éste no es el principal objetivo de estas medidas. Una de esas razones es, como ya se ha dicho, la evidencia de que son precisamente las autoridades monetarias quienes han creado esos billetes. Otra razón para sospechar es el timing. En efecto, ¿han necesitado desde 2002 (fecha en que se pusieron en circulación) hasta 2016, para darse cuenta de que esos billetes se usaban para esos fines? Muy poco creíble. Por último, para impedir el tráfico de armas y el gran narcotráfico, seguro que es más efectivo eliminar el secreto bancario en Suiza y Austria, y los paraísos fiscales, entre otros, pero eso no parece ser prioritario para las autoridades. Pese a las grandes declaraciones que se hicieron en 2008 en plena crisis financiera, la verdad es que apenas se han dado pasos para luchar contra el secreto bancario y los paraísos fiscales.
EN EL SIGUIENTE POST
Hablaremos de cuales creemos que son las verdaderas razones que llevarán a las autoridades a eliminar el dinero en efectivo, empezando por los billetes de alta denominación, y cual es la posición de Dinero Positivo al respecto.
En este video de la televisión alemana se ve que el debate está llegando as la calle:
Durante las últimas semanas hemos estado ocupados reuniéndonos con parlamentarios. Les hemos pedido que expongan en el Parlamento cómo nuestro sistema monetario está contribuyendo a empeorar problemas como la crisis inmobiliaria y la inestabilidad financiera. En particular, les hemos pedido introducir una enmienda en la propuesta de Ley del Banco de Inglaterra y Servicios Financieros. Es una de las principales piezas de legislación relativas a la banca desde la crisis, y vemos la oportunidad de una reforma de largo alcance. Pedimos a la comisión que estudie hasta qué punto la política monetaria produce un buen resultado para la economía real y la sociedad.
Compartimos con los parlamentarios una profunda preocupación acerca del insostenible crecimiento de la deuda de los hogares. El Economista Jefe del Banco de Inglaterra ha avisado que esta deuda se está acelerando muy rápidamente. Los parlamentarios escuchan de los ciudadanos que incluso una pequeña subida de tipos de interés hará que sus deudas sean impagables.
Los seguidores de Positive Money ya saben que este problema es producto del sistema monetario disfuncional. El dinero nuevo entra en la economía cuando los bancos hacen préstamos, y la mayor parte va a créditos de consumo, hipotecas y especulación en los mercados financieros. Sólo una pequeña parte se dirige a la economía real, la que genera salarios y un crecimiento sostenible.
Parlamentarios de distintos partidos están de acuerdo con nosotros en que una comisión independiente apoyada por el gobierno sería de gran ayuda para destacar la amenaza que supone la deuda de los hogares para la estabilidad financiera. Confiamos en plantear ésta cuestión durante la tramitación de la Ley del Banco de Inglaterra.
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¿Alguien puede imaginarse a parlamentarios españoles entrevistándose con Dinero Positivo con objeto de redactar una mejor Ley de Banca que contemple todos los puntos de vista?