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  • Efectos del QE en el Reino Unido

    Efectos del QE en el Reino Unido

    En 2009, cuando el mundo financiero parecía a punto de colapsar, el Comité de Política Monetaria del Banco de Inglaterra lanzó un programa de creación de dinero, también llamado Quantitative Easing o QE. Este programa fue incrementándose progresivamente respecto a las expectativas iniciales. Concluyó en Julio de 2012, con una cantidad final de 375.000 millones de libras. Este vídeo analiza este QE y concluye que fue dinero malgastado.

    Pero hay que admitir que en el Reino Unido tienen una cultura democrática muy superior a la de otros sitios, y el Banco de Inglaterra se toma en serio su obligación de informar a la ciudadanía de sus actos y sus efectos.

    En este interesante informe, el BoE realiza un análisis de los efectos de este programa. Algunos puntos a destacar:

    • El mandato del Comité es mantener la estabilidad de precios, definida como un objetivo de inflación del 2%. No entra más en esta curiosa definición de ‘estabilidad’, que por otra parte es compartida por todos los bancos centrales.
    • El dinero creado se dedicó casi exclusivamente (¿por qué ‘casi’?) a la compra de bonos del tesoro. Esto hizo que los bonos subieran de precio. El dinero privado que habitualmente se invertía en bonos se dirigió a otras inversiones, que consecuentemente también subieron de precio. En la siguiente gráfica se ve cómo el índice bursátil FTSE100 se dispara desde los mínimos de 2009, con empujones en cada avance del QE. Con la finalización de las inyecciones de dinero se detiene la subida de la bolsa.

    FTSE100

    • Cuando analiza la cantidad finalmente inyectada, calcula que corresponde a 500-800 libras por persona. Pero rápidamente puntualiza «Por supuesto estas cifras no se traducen en dinero extra para cada individuo en la economía». ¡Por supuesto que no! Y matiza: «los efectos del QE los pueden notar en caídas de sueldo más pequeñas y despidos menos numerosos que si el QE no hubiese tenido lugar». La idea es regar de dinero el sistema financiero, y ‘de alguna manera’ algo irá goteando a la sociedad y la economía real.
    • Expresamente reconoce que los beneficios del QE no han llegado a todo el mundo por igual. Algunos incluso han podido verse perjudicados, como es el caso de los ahorradores al ver disminuir los intereses de sus depósitos. Los que más se han beneficiado han sido los poseedores de activos financieros, algo que tiene un fuerte sesgo hacia el 5% más rico de la sociedad, dueña del 40% de los activos.
    • Tras una afirmación tan dura y rotunda sobre el efecto injusto del QE, viene un párrafo donde se deshace en excusas, argumentando que ‘en el fondo el programa ha sido bueno para el conjunto de la sociedad’, que ‘si no se hubiera llevado a cabo la economía del Reino Unido estaría mucho peor’, y que por tanto ‘todo análisis sobre los efectos del QE hay que enfocarlo con esa luz’. Demasiada excusa: «excusatio non petita accusatio manifesta».

    Conclusión

    Uno de los puntos más importantes del informe es precisamente lo que no dice: En ningún momento se plantean otras acciones que se podían haber hecho con el dinero que estaban creando. No hay ningún debate al respecto. Directamente van a la herramienta ‘clásica’ de comprar bonos del tesoro en el mercado secundario.

    Pero el BoE podría haber hecho llegar ese dinero a la sociedad y al gobierno en forma de Dinero Soberano, libre de deuda. Esto hubiese tenido un efecto multiplicador mucho mayor, y además hubiese sido más justo socialmente.

    En el fondo es una forma de robo a la mayoría de la sociedad: a la inmensa mayoría sólo le llegan las migajas, pero con el argumento de que ‘estáis mejor que antes’ y que ‘si no lo hubiéramos hecho todo estaría peor’, las élites se hacen con el grueso del botín, disparando la desigualdad. Tiene un regusto feudal.

    Un par de reflexiones:

    • Si el plan de actuación del BCE respecto al QE europeo recientemente anunciado es exactamente el mismo que el británico, ¿quién se está frotando las manos, la sociedad que espera ansiosa soluciones monetarias, o más bien el 5%?
    • ¿Como podemos hacer llegar éste análisis a la sociedad, y en particular a los periodistas económicos que están transmitiendo una imagen idílica del QE, de forma poco rigurosa?

     

     

  • Reseña sobre el libro ‘¿De dónde sale el dinero?’

    Reseña sobre el libro ‘¿De dónde sale el dinero?’

    «¿De dónde sale el dinero?» Josh Rya-Collins, Tony Greenham, Richard Werner y Andrew Jakson. Libro publicado en Reino Unido por la New Economic Foundation bajo licencia Creative Commons (2012).

    La moneda es una institución que llama la atención por el contraste existente entre su importancia para la vida pública y el escaso conocimiento que tienen los ciudadanos sobre su procedencia y funcionamiento. Este libro responde con enorme pericia y claridad a esta pregunta: ¿De dónde sale el dinero?

    Los autores se propusieron crear una «Guía para entender el sistema monetario y bancario del Reino Unido«; han conseguido lo que se proponían y algo más: una guía para enfrentarse a todo sistema monetario condicionado por el poder de emisión cedido a la banca privada.

    El libro es un muy buen manual introductorio para especialistas, pero al tiempo contiene unos capítulos de introducción y conclusión de alto valor divulgativo. La introducción es ya toda una fijación de los principios sobre los que se explica el funcionamiento del sistema monetario:

    1-El 97% del dinero lo crean los bancos otorgando préstamos.

    2-Las exigencias de capital propio que se impone a los bancos no tienen capacidad restrictiva sobre su capacidad para crear dinero.

    3-El criterio para crear o no más dinero mediante la concesión de préstamos es la confianza del banco en la seguridad de que el préstamo se devolverá, que en última instancia reside en la liquidez general del sistema bancario.

    4-Quienes deciden dónde colocar el dinero son los bancos según sus incentivos. Y ellos se deciden por invertirlo en la economía especulativa y otorgando préstamos avalados por activos colaterales antes que en la economía productiva.

    5-La política fiscal apenas tiene impacto sobre la creación de dinero. El Gobierno tiene, en realidad, poco que hacer en este tema bajo el sistema actual.

    Los autores intentan desmontar las concepciones populares erróneas sobre el dinero:

    1-Los bancos no son una caja fuerte en la que depositas tu dinero. El dinero depositado en el banco no es tuyo, es del banco, quien reconoce una deuda contigo, pero se queda con el dinero que, en la práctica, le has prestado, no depositado.

    2-Los bancos no se dedican a conectar ahorradores con solicitadores de fondos; no son los intermediarios financieros de la economía productiva. El 97,4% del dinero es creado por la banca comercial mediante apuntes digitales en que reconoce una deuda, llamada engañosamente «depósito», cuando concede un préstamo.

    ¿Cómo es el proceso de creación de dinero?

    Según los autores, existen dos explicaciones posibles: la más común y la real. La explicación más común es existe un «multiplicador bancario del dinero» que actúa sobre el dinero prestado aplicándole un coeficiente de caja menor al del 100%, que permite al banco «prestar» el dinero depositado, dejando solo un escueto porcentaje para atender a las retiradas de dinero. El modelo de crecimiento del dinero que surge aquí es el de una función decreciente con límite cero, sobre un depósito previamente constituido.

    La explicación real es mucho más pesimista: los bancos no necesitan de depósitos previos para expandir la masa monetaria. Simplemente lo harán si tienen confianza en su devolución.

    ¿Cómo afecta la creación de dinero bancario a la economía? Lo explica Richard Werner, cambiando la «teoría cuantitativa del dinero» por una «teoría cuantitativa del crédito» que, resumidamente, dice así:

    -El principal regulador de la expansión de la masa monetaria es la actitud legal y política hacia el crédito bancario.

    -Cuando la política es de «dejar hacer», el ciclo de creación y desmoronamiento de burbujas se instala en la economía.

    -Sobre los efectos de la creación de dinero bancario, es fundamental saber si se emplean en economía productiva o no. Si este no es el caso, no hay crecimiento real y predomina la burbuja inflacionaria y la deslocalización de recursos. Solo si se emplea en economía productiva el crédito bancario beneficia realmente.

    La evidencia empírica demuestra que los bancos, dejados a su antojo, prestan preferentemente a la economía especulativa, de la que esperan obtener suculentos beneficios en el corto plazo.

    Los autores consiguen, con pocos trazos, aclararnos cómo se crea el dinero en la economía real y por qué produce burbujas y crisis de insolvencia cuando la pérdida de confianza en que el propio sistema conseguirá pagar todas las deudas se instala en el ambiente.

    ¿Cómo se ha llegado a esta situación? El capítulo 3 es dedicado a esta cuestión. Los autores defienden la teoría crediticia del dinero, que entiende que el dinero no es una mercancía, sino una relación social de crédito y deuda. A continuación explican la evolución histórica del dinero hasta hoy. A partir de los 70 se inició una importante relajación en los controles que vigilan la creación de la cantidad de dinero, debido a la errónea interpretación de que la banca lo único que hace es intermediar. Otro hito importante ha sido la digitalización del dinero, que ha dado una flexibilidad y rapidez instantánea al proceso bancario. Si en 1980, la ratio entre este y el dinero del banco central era 8:1, en la actualidad es 37:1. El dinero, ahora, es información contenida en los ordenadores de los bancos.

    El capítulo 4 se dedica a explicarnos qué es hoy dinero en el Reino Unido. Los bancos centrales suelen dar definiciones progresivas de activos que son prácticamente dinero (M0, M1, M2, M3, M4) en función de su instantánea o casi instantánea liquidez. Según la «ley de Goodhart«, en cuanto un activo sustitutivo del dinero es definido como dinero para ser controlado por el Banco Central, la banca inventa otro activo cuasi monetario para escapar a ese control. Básicamente la mayor parte de la masa monetaria la crean los bancos concediendo préstamos. Facilita la expansión crediticia la cámara de compesanción interbancaria que es el Banco Central y el mercado interbancario, por el que todas las operaciones entre bancos se resumen y compensan regularmente, compensándose entradas con salidas entre las cuentas de los diferentes bancos, mientras que los cobros y pagos dentro del mismo banco no salen de este. Una gigantesca masa monetaria puede crearse y cambiar continuamente de manos por simples movimientos contables compensatorios dentro de cada banco y entre todos los bancos. Cuando, por desconfianza general en el sistema, no se otorgan nuevos créditos; entonces se contrae la masa monetaria y miles de préstamos quedan sin pagar, iniciándose un derrumbamiento general de todo el sistema de pagos que mantiene la economía actual. El Banco Central garantiza los depósitos bancarios para evitar el efecto en cadena de las quiebras que podría llegar a producirse si se deja al sistema funcionar libremente en época de contracción del crédito. Para evitar esta contracción de la masa monetaria, el Banco Central ha establecido varios medios para inundar de liquidez el sistema y así devolverle la confianza necesaria para que el sistema de creación monetaria bancario vuelva a funcionar.

    El capítulo 5 trata de los medios de regulación y colocación del dinero bancario. Mientras el público siga prefiriendo el dinero digital, según la «Teoría Cauntitativa del Dinero» de Werner no es la demanda ni los tipos de interés lo que determina la localización de recursos económicos, sino la política bancaria respecto a cuánto dinero crear o dónde. Son los bancos los que deciden cuánto y dónde producir dinero, configurando todo lo demás. Por tanto, hay que obligar a los bancos a que lo dirijan hacia la economía productiva.

    El capítulo 6 consiste en algunas explicaciones sobre el funcionamiento de los mercados internacionales de cambio y sobre la eurozona, con la imposible simultaneidad de política monetaria soberana, libertad de capitales y tipos exteriores fijos.

    El capítulo 7 de conclusiones es contundente con el sistema actual:

    1. El dinero es una relación social respaldada por el estado, gobernada por quién determina qué es dinero, quién lo suministra, cómo, a quién y con qué propósito.

    2. El principal determinante de la oferta monetaria es el crédito bancario, que depende de la confianza del banco en el sistema en general para lograr el repago de la deuda.

    3. Los bancos prefieren introducir el dinero para especular y adquirir bienes ya existentes que para invertir en pymes o manufacturas.

    4. La política fiscal apenas tiene efectos sobre la creación y localización del dinero.

    Las alternativas propuestas al sistema actual, para corregir sus defectos y crisis cíclicas, son:

    1. Que el Gobierno tome prestado de los bancos. Lo propone para los países del sur de Europa.
    2. Creación de crédito público para gasto público.
    3. Déficit fiscal financiado por dinero libre de deuda, por un periodo determinado, cantidades limitadas, determinados sectores, amortizable y bajo una reserva bancaria del 100%.
    4. Monedas locales o regionales «complementarias», no emitidas ni por el estado ni por los bancos. Suelen funcionar como medios de pago, no como depósitos de valor. Pueden ayudar especialmente en tiempos de crisis y dar estabilidad a la economía, al no estar bajo el régimen cíclico del dinero-deuda.

    Importante libro, útil para el estudio académico y la divulgación, que respalda las tesis del movimiento pro reforma del sistema monetario.

    JM Utrilla Trinidad

  • Ya está aquí el QE europeo

    Ya está aquí el QE europeo

    A estas alturas ya todo el mundo interesado en los asuntos monetarios sabe que el BCE, con Draghi a la cabeza, va a lanzar un programa QE, que consiste en imprimir dinero masivamente. Concretamente alrededor de 1,14 billones de euros. Es una cifra astronómica. Lo hará al ritmo de 60.000 millones de euros al mes, durante 19 meses, lo que va a producir una expansión de su balance un 50%.

    Con este programa se une a los bancos centrales de EEUU, Reino Unido y Japón, que ya han probado este tipo de medidas extremas y experimentales. Jamás en la historia ha sucedido lo que vemos en esta grafica, semejante expansión del balance de los bancos centrales mundiales. No es de extrañar que el euro se desplome respecto a las otras monedas. El primer efecto lo ha experimentado Suiza, que no ha podido mantener el precio de su franco, y finalmente lo ha tenido que dejar flotar, provocando una inmediata revalorización cuyos efectos aún están por medir. Ahora mismo es la corona danesa la que experimenta la presión, y en breve veremos con qué resultados.

    ¿Cuál es la valoración de esta decisión desde el punto de vista de Dinero Positivo? En primer lugar, lo que DP propugna es que el dinero sea creado por una organización estatal, pública, y no por los bancos privados. En ese sentido nada que objetar. Pero si entramos más en detalle, encontramos objeciones muy serias al plan de Draghi:

    Qué criterios se emplean para tomar esa decisión

    Según las propuestas de DP, plasmadas hace poco en un documento de Positive Money, la cantidad de dinero a inyectar en la economía se debe decidir de una forma transparente. Usando una fórmula que tenga en cuenta los datos de inflación, crecimiento económico, variación demográfica y otros, periódicamente se decidiría la cantidad de dinero a crear. Este método sería fiable, predecible, transparente y controlado democráticamente. Y la fórmula se podría ir ajustando gradualmente para producir mejores resultados.

    La actuación del BCE se caracteriza por todo lo contrario. Un conjunto de ‘gurús independientes’ toman una decisión como los Consejos de ancianos de las tribus. En este caso ni siquiera ha habido una votación formal. No querían que unas voces discordantes estropeasen la bonita noticia-regalo que iban a dar a los mercados.

    ¿Por qué 1,14 billones, 60.000 millones, 19 meses? ¿Por qué ahora y no hace un año o dentro de un año? ¿Si no sube la inflación se incrementará el programa, se detendrá? Estas preguntas no tienen respuesta. Los analistas ni siquiera se las plantean. Cuando llegue el momento se reunirá el consejo de ancianos alrededor del fuego y ya nos informará.

    Cómo se va a repartir

    Lo que DP propugna para el dinero creado es que se haga llegar a la economía real en forma de dinero soberano, esto es, a fondo perdido y sin cobrar interés. Existen varias fórmulas para ello: dárselo a los gobiernos para que financien proyectos de inversión o mejoren los servicios públicos, hacer que los gobiernos bajen impuestos como el IVA y compensarles por los ingresos perdidos, o directamente dárselo a los ciudadanos en forma de renta. Se pueden combinar todos estos métodos a la vez. Pero el resultado final sería que ese dinero llega a los ciudadanos y la economía.

    Por supuesto el BCE no ha hecho nada de esto. Para empezar, el dinero se creará en forma de crédito, cobrando un interés. En cuanto al destino, se utilizará para:

    • Compra de bonos de los gobiernos: Esto en principio no es contrario a nuestras propuestas, pero también aquí hay letra pequeña. Al ser deuda, se acumula a la deuda pública, y en el futuro habrá que devolverlo con intereses. Seguimos encadenando a las siguientes generaciones. Además el BCE no comprará directamente estos bonos, sino que lo hará en el mercado secundario. Es decir, habrá unos bancos intermediarios que comprarán los bonos y los revenderán al BCE, cobrando la comisión correspondiente. En todas las acciones del BCE siempre hay que pagar mordida al sistema bancario. Por último, no se va a comprar deuda griega, con la carga política que tiene esto justo antes de las elecciones griegas.
    • Compra de deuda de empresas y de ‘otras instituciones’: Uno de los principios de nuestra propuesta es que la entidad que decide cuanto dinero crear y la entidad que decide a qué destinar ese dinero sean distintas e independientes. Pero en este caso el BCE asume los dos roles, y probablemente la compra de deuda privada se hará con la total falta de transparencia y control democrático que caracteriza al BCE.

     

    Conclusión

    Con el tiempo veremos los efectos de esta masiva inyección de dinero por parte del BCE, pero podemos guiarnos de lo que ha sucedido en países como EEUU, Reino Unido o Japón, donde ya llevan tiempo aplicando estas medidas, y desde donde organizaciones como la nuestra van avisando de sus efectos.

    En esos países el dinero de los QE ha terminado en gran medida en el sistema financiero, creando burbujas especulativas. Los ahorradores conservadores y los fondos de pensiones se han visto empujados a invertir en activos de mayor riesgo, pues los de bajo riesgo ya no rinden nada, lo que aumenta el riesgo de todo el sistema ante la próxima recesión. La economía se vuelve adicta al nuevo dinero, y cuando este flujo se detiene algunas de las burbujas creadas explotan, como puede estar sucediendo ahora en el mercado de commodities por ejemplo, al detener el QE3 americano. Los gobiernos en lugar de aprovechar la financiación barata para reducir su deuda, lo que hacen es mantener sus déficits operativos (exceptuando los costes financieros). La demanda no se reactiva puesto que el dinero no llega a los ciudadanos. La inflación sigue anémica cuando no negativa. La desigualdad entre las clases altas que poseen activos financieros y las clases medias y bajas que dependen de sus rentas de trabajo se dispara. Pese al floreciente entorno de la bolsa y la banca, cada vez mayor número de familias de clase media ingresa en el círculo de la pobreza, que a su vez se vuelve más y más dependiente de los subsidios del gobierno. Etcétera. Ese es el desolador panorama en los países que han realizado las inyecciones de dinero de esa manera.

    En definitiva, el QE europeo recién anunciado queda muy alejado del mecanismo de gestión del dinero y la deuda que proponemos las organizaciones que defendemos el Dinero Soberano.

     

  • Nuevo informe: ¿Un sistema de Dinero Soberano sería suficientemente flexible?

    Nuevo informe: ¿Un sistema de Dinero Soberano sería suficientemente flexible?

    Algunos economistas han criticado que un sistema de Dinero Soberano, en el que a los bancos no se les permitiría crear dinero, dejaría la economía con un suministro de dinero y de crédito rígido e inflexible, incapaz de responder a las necesidades de una economía moderna. Según uno de estos críticos un sistema así degeneraría en «escasez de dinero, alto desempleo y baja actividad económica».

    Nuestros amigos británicos de Positive Money se han tomado esas críticas en serio y, en lugar de resolverlo con un simple comentario en su blog, ha elaborado un estudio que responde a esas críticas. En él concluyen que un sistema de Dinero Soberano sería más estable y respondería mejor a las necesidades de la economía que el sistema monetario actual.

    En el sistema actual se crea nuevo dinero cada vez que un banco concede un préstamo, y se destruye cuando el principal es amortizado. La ‘flexibilidad’ resultante en el suministro de dinero y crédito se traslada no a un crecimiento económico, sino a la creación de burbujas especulativas y eventualmente a una crisis financiera. Tras la crisis, la flexibilidad conduce a una contracción en el suministro de crédito a la economía real, lo que los bancos centrales tratan de paliar mediante medidas de Quantitative Easing.

    Es un error evidente asumir que una mayor flexibilidad es siempre mejor; debe existir un nivel óptimo. Este informe no pretende determinar cual debería ser ese nivel óptimo. Su objetivo es mostrar que el sistema de Dinero Soberano no es un sistema inflexible.

    La flexibilidad en el suministro de dinero no depende de quién crea el dinero, sino de qué criterios determinan la creación de nuevo dinero. Cambiando esos criterios se puede obtener desde un sistema puramente inflexible, en el que nunca se crea dinero, a otro exageradamente flexible en el que se crea dinero siempre que haya alguien dispuesto a pedirlo prestado. Por tanto es un error lógico asumir que el hecho de transferir el poder de crear dinero de los bancos al Estado va a conducir automáticamente a un sistema menos flexible.

    El informe (en inglés) se puede descargar aquí.