Blog

  • Los pequeños «booms» causan siempre grandes daños

    Los pequeños «booms» causan siempre grandes daños

    Crítica al artículo de Bradford Delong, Pequeños «booms » que causan grandes crisis (suplemento Negocios de El País de 5 de julio de 2015, pag. 17).

    Fuera de las propuestas de dinero soberano, la Gran Recesión apenas ha producido estudios significativos que nos expliquen qué nos ha pasado y cómo podríamos salir definitivamente de esta situación.

    Dentro de los intentos fallidos, pero interesantes, destacamos el realizado por J. Bradford Delong, profesor de Economía en Berkeley e investigador asociado en la Oficina Nacional de Investigaciones Económicas, publicado en el suplemento citado.

    La gran virtud de este trabajo es destapar uno de los grandes males que produce el sistema monetario basado en el dinero-deuda bancario: los efectos exponencialmente destructivos sobre la economía mundial generados por los excesos de inversión producidos por la burbujas económicas.

    En sus investigaciones, ha constatado cómo una relativamente pequeña burbuja en el sector inmobiliario de los EEUU ha devuelto una crisis monumental, comparativamente mucho mayor que el tamaño de la burbuja. Da cifras y calcula proporciones: por cada dólar de más en la vivienda, la economía mundial ha perdido 6.000.

    Esta es la gran aportación de DeLong: estimar el daño que sobre el tejido global supone el conjunto de inversiones equivocadas que se hacen durante las épocas de borrachera crediticia bancaria. La proporción del daño resulta aterradora: cada dólar de sobreinversión en el sector inmobiliario se ha multiplicado por 6.000 en daños a la economía mundial.

    Pero después DeLong no logra explicarnos bien por qué ni cómo salir de esta trampa, porque matiene el tabú, consciente o inconsciente y que muchos estudiosos aún mantienen, de no señalar al privilegio de crear dinero de los bancos como el principal artífice de tan aterrador resultado.

    Delong, en su intento por negar que el auge y la depresión son dos fases de un mismo proceso de entrampamiento económico general en un ciclo de dinero-deuda, echa mano de Keynes, para quien estos ciclos son producto de una mala valoración del rendimiento de las inversiones: en auge, inversiones de un 2% son valoradas como si diesen un rendimiento del 6%, por lo que parecen muy atractivas, mientras que en las recesiones las inversiones que darían un 2% parecen no otorgar beneficios, por lo que no se realizan.

    DeLong no ve que es la perversión contable del sistema monetario bancario privado el que lleva a una sobrevaloración sistemática de beneficios, precios y salarios de los sectores dopados por la banca, lo que conduce a una auténtica desviación patológica de recursos hacia esos sectores, que con el tiempo se vuelven insolventes para satisfacer y mantener las expectativas. Los agentes descubren con terror que sus valoraciones han sido falsas, motivadas por una inflación de dinero-deuda imposible de pagar. Miles de negocios fueron abandonados porque no interesaban al sistema monetario, y las actividades hacia las que se han dirigido todos los esfuerzos son imposibles de mantener. Las deudas no pueden pagarse, abundan las quiebras, los negocios olvidados no pueden retomarse fácilmente; no puede haber cálculo de beneficios porque desaparece el dinero en circulación en muchos sectores, por lo que se infravaloran las posibilidades de la economía, que parece «paralizada» cuando lo realmente paralizado es el sistema monetario que la envuelva y engaña.

    Es el conjunto engañoso de señales emitidas por el sistema de dinero bancario el culpable de la sobrevaloración de inversiones en las burbujas y la infravaloración en las crisis.

    Aferrándose a Keynes, DeLong busca la salida errónea: «El remedio idóneo para el ciclo comercial no estriba en prohibir los periodos de auge y, por tanto, mantenernos perennemente en una semicrisis, sino en abolir las crisis y, por tanto, mantenernos permanentemente en un estado de semiauge». Vamos, mantener el «dopaje» bancario como sea, intentando camuflar sus males.

    Cuatro formas reconoce el autor para mantener la economía permamentemente dopada por el sistema de dinero bancario, intentando paliar sus defectos:

    1. Que el gasto público sustituya al privado cuando este es débil. Pero esto ya no pueden hacerlo las economías que naufragan en un mar de deudas impagables.
    2. «Lograr un objetivo de inflación más amplio», dirigidos por el banco central. Pero tendría que hacerse controladamente, con dinero emitido por una autorida pública y no con dinero-deuda bancario, y dirigiendo hacia inversiones productivas y útiles la emisión masiva de dinero. A falta de dinero soberano, las monedas actuales no tienen capacidad institucional para poner este proceso en marcha.
    3. Restricciones de crédito para que la banca no engorde sectores como el inmobiliario. Algo así como un sistema de «window guidance», o «pautas de dirección pública del crédito bancario», como el que Richard Werner explica en «Los Príncipes del Yen» que permitió la recuperación milagrosa de la economía japonesa tras la II Guerra Mundial. Lástima que, como se explica minucionsamente en ese libro y en el documental en él inspirado, la desregulación bancaria de los 80 se cargase todo el marco institucional de control del crédito.
    4. La más lamentable propuesta es «la solución Greenspan», que es «el parche momentáneo del QE al servicio de los mercados fianancieros»: meter dinero a mansalva en estos para validar los precios inflados y falsos de las acciones alcanzados durante el auge de las burbujas.

    Conclusiones

    Hay un gran parte de la comunidad investigadora que no quiere abordar de raíz el problema. Aun reconociendo la importancia del mismo (cada dólar de exceso bancario en el sector inmobiliario de los EEUU ha producido 6.000 de pérdidas en la economía mundial), lo cierto es que no encuentra un argumento consistente para ligar los problemas:

    • El dinero bancario produce una perversión contable que lleva a inevitables sobreinversiones (burbujas) e infrainversiones (deflaciones) consiguientes.
    • La deuda masiva que produce deja sin apenas capacidad de reacción a las economías. Deuda, en última instancia, impagable, y cuya renegociación continua no hace más que alargar la pesadilla.
    • La debilidad institucional de los sistemas democráticos para atar el sistema monetario al Estado de Derecho y a la racionalidad, debida a haber dejado durante años el poder monetario a la banca privada, deja indefensa a la población y al tejido económico frente a los desmanes de esta.
    • Los «QE for the finantial markets» en lugar de «for the people» no son más que enmascaradores de este sistema perverso. Tapar mediante inyección monetaria las vergüenzas al funcionamiento de la banca y los mercados financieros no es solución estable ni llega a todos.

    Cuanto antes reconozca la comunidad investigadora de que es la falta de institucionalización democrática del dinero lo que lleva a la quiebra a nuestro tejido económico y social, antes comenzarán a trabajar en la dirección correcta.

    J. Manuel Utrilla Trinidad
    antic.dineropositivo.es

  • Asamblea anual de Dinero Positivo

    Asamblea anual de Dinero Positivo

    La asociación Dinero Positivo se fundó en Julio de 2014 en un acto en el que  se establecieron los estatutos y se eligió a la Junta Directiva. Tras un año de andadura del proyecto, es hora de realizar una Asamblea Ordinaria anual. No sólo porque formalmente sea necesario, sino porque va a ser una oportunidad muy importante para:

    • Conocemos personalmente. Esta asociación es virtual, estamos dispersos por toda España y las comunicaciones son a través de foros de Internet. La Asamblea supone una ocasión de tener contacto personal entre todos los miembros y de conocer a los recién llegados.
    • Redefinir estrategias. En este año han pasado muchas cosas, noticias internacionales sobre política monetaria, elecciones en España, y sobre todo un hecho muy ilusionante: el número de socios se ha multiplicado por 4. Adicionalmente, ha habido un gran crecimiento de seguidores en Facebook y otros medios. La Asamblea supondrá un momento para la reflexión, la identificación de objetivos y el establecimiento de estrategias. En breve habrá elecciones generales en España y ese será sin duda un hito importante en el que nuestra asociación tiene que tener presencia.
    • Renovar estructuras. Ahora que somos más, queremos ser más ambiciosos en cuanto al alcance de nuestras acciones. Para ello nos vamos a organizar en equipos de trabajo temáticos. Esto puede suponer también una renovación de la directiva.
    • Acumular energía. Estamos seguros de que la jornada nos va a aportar un montón de energía positiva para afrontar un nuevo año lleno de retos.
    • Comer juntos. Todo no va a ser trabajar! Tras la asamblea iremos a comer y podremos charlar más distendidamente.

    Por todo ello, se convoca la Asamblea Ordinaria de Dinero Positivo para el sábado 11 de julio, a las 11:00, en Madrid. Las personas que no son miembros de la asociación pueden asistir como invitados, si tienen interés en conocernos de primera mano, saber quienes somos y qué hacemos.

    Todos aquellos que queráis asistir a esta reunión sois bienvenidos. Simplemente debéis enviar un email a antic.dineropositivo.es@gmail.com con objeto de que calculemos el aforo. Importante: no olvidéis indicar si también queréis participar en la comida. En cuanto confirmemos el número de asistentes y reservemos el local, os informaremos a todos los que os hayáis registrado por email.

    Para aquellos que no podáis asistir presencialmente se va a habilitar un canal en Internet para que podáis seguir la jornada por streaming. Cuando se ultimen los detalles técnicos se comunicarán a través de nuestra página de Facebook.

    Saludos,
    Josu Onandia
    Presidente de Dinero Positivo

  • Lo que la encíclica papal dice sobre los mercados financieros

    Lo que la encíclica papal dice sobre los mercados financieros

    El Obispo de Roma, Francisco, máxima autoridad jerárquica de la Iglesia Católica, acompañado por autoridades de la Iglesia Ortodoxa, ha publicado una encíclica, que es un documento de máxima autoridad dentro del Magisterio eclesial, titulado Laudate si (primeras palabras en italiano medieval del Cántico a las Criaturas de San Francisco de Asís), dedicada preferentemente a la ecología.

    La encíclica es de gran interés. Avala los máximos morales, culturales y científicos de la ecología profunda, aquella que predica cambios profundos en nuestra cultura y régimen de vida para salvar la vida en la Tierra.

    Stephen Zarlenga, en The lost Science of Money, afirma, irónicamente, pero muy en serio, que Juan Pablo II es el mejor economista del mundo, porque propone la mejor solución, que es destruir la deuda que tiene esclavizados a millones de seres humanos.

    El actual papa deja durante su encíclica auténticas perlas contra el régimen económico y financiero actual. El Grupo de Investigación de Dinero Positivo quiere compartir con vosotros en particular el párrafo 189, analizando su contenido, para mostrar que realiza una lectura de la realidad muy próxima a la que nosotros proponemos, y que es un auténtico rapapolvo a los políticos y economistas que defienden el sistema actual:

    189. La política no debe someterse a la economía y esta no debe someterse a los dictámenes y al paradigma eficientista de la tecnocracia. Hoy, pensando en el bien común, necesitamos imperiosamente que la política y la economía, en diálogo, se coloquen decididamente al servicio de la vida, especialmente la vida humana. La salvación de los bancos a toda costa, haciendo pagar el precio a la población, sin la firme decisión de revisar y reformar el entero sistema, reafirma un dominio absoluto de las finanzas que no tiene futuro y que solo podrá generar nuevas crisis después de una larga, costosa y aparente curación. La crisis financiera de 2007-08 era la ocasión para el desarrollo de una nueva economía más atenta a los principios éticos y para una nueva regulación de la actividad financiera especulativa y de la riqueza ficticia. Pero no hubo una reacción que llevara a repensar los criterios obsoletos que siguen rigiendo al mundo. La producción no es siempre racional, y suele estar atada a variables económicas que fijan a los productos un valor que no coincide con su valor real. Eso lleva muchas veces a una sobreproducción de algunas mercancías, con un impacto ambiental innecesario, que al mismo tiempo perjudica a muchas economías regionales. La burbuja financiera también suele ser una burbuja productiva. En definitiva, lo que no se afronta con energía es el problema de la economía real, la que hace posible que se diversifique y mejore la producción, que las empresas funcionen adecuadamente, que las pequeñas y medianas empresas se desarrollen y creen empleo.

    Hay varias frases que, por su importancia, queremos entresacar, y que están en la línea de lo que nosotros proponemos:

    1-Pensando en el bien común, la política y la economía deben estar al servicio de la vida, particularmente de la humana. Efectivamente, eso es lo que proponemos. La moneda entregada a los bancos solo sirve a una minoría y machaca a todos los demás. El poder monetario debe ser políticamente democrático y funcionar al servicio del bien común. La propuesta de «dinero soberano» en la que estamos insertos persigue este objetivo.

    2-La salvación de los bancos a toda costa, haciendo pagar el precio a la población, sin la firme decisión de revisar y reformar el entero sistema, reafirma un dominio absoluto de las finanzas que no tiene futuro y que solo podrá generar nuevas crisis después de una larga, costosa y aparente curación. Este párrafo es para enmarcar y para ponérselo en las narices a nuestros gobernantes y a los gobernantes europeos, muchos de los cuales se declaran católicos. Lo más importante para nosotros, grupo de investigación sobre temas monetarios, es que expresa una magnifica comprensión de cómo funciona nuestros deplorable sistema monetario, muy superior técnicamente a las penosas explicaciones que dan toda esa legión de economistas siervos del régimen actual: nuestro sistema actual es intrínseca e inevitablemente desastroso, engañoso y dañino; sus recuperaciones son ficticias y momentáneas, llevan una y otra vez al desastre. Por más que se empeñen nuestros dirigentes, toda «recuperación» es otra dañina burbuja que estallará; y así siempre.

    3-La crisis financiera de 2007-08 era la ocasión para el desarrollo de una nueva economía más atenta a los principios éticos y para una nueva regulación de la actividad financiera especulativa y de la riqueza ficticia. Pero no hubo una reacción que llevara a repensar los criterios obsoletos que siguen rigiendo al mundo. ¡Exacto! ¡Para eso nacimos nosotros!

    4-La producción no es siempre racional, y suele estar atada a variables económicas que fijan a los productos un valor que no coincide con su valor real. Eso lleva muchas veces a una sobreproducción de algunas mercancías, con un impacto ambiental innecesario, que al mismo tiempo perjudica a muchas economías regionales. La burbuja financiera también suele ser una burbuja productiva. Este párrafo muestra, de nuevo, una comprensión del sistema financiero muy superior al lamentable comportamiento que muestra nuestra casta de economistas pelotas y políticos que venden la ciudadanía a los intereses de los poderes financieros. Reconoce el problema contable que genera el sistema actual, cuya valoración de precios, salarios, beneficios y demás señales que orientan la producción queda completamente distorsionada por la producción de crédito bancario, que genera «sobreempoderamiento» artificial de unos sectores contra otros. El sistema actual es un sistema de «dopaje sistémico» de unos sectores, como el financiero, la construcción y la obra civil, sobre otros, realizado por los bancos por conveniencia propia. Esos sectores «ganan la carrera» de la competencia entre sectores no porque sirvan mejor al interés común, sino porque el mecanismo de creación de dinero bancario mediante crédito los necesita para seguir creciendo y aumentando su poder.

    EN RESUMEN

    El papa Francisco y su equipo entienden perfectamente el funcionamiento deplorable e interesado de la economía actual. Podrían dar lecciones a todos los bancos centrales, presidentes de bancos, presidentes de gobierno y a todos los economistas siervos complacientes del sistema monetario que nos está dañando tanto. Entiende perfectamente los problemas contables y distorsionadores insolubles, repetimos, insolubles, del sistema monetario que millones de seres sufren, humanos y no humanos. Sabe explicarlos en todas sus dimensiones: políticas, morales, humanas, ecológicas y contables. Recomendamos a todos nuestros dirigentes bancarios y políticos que reciban en el Vaticano un curso urgente sobre cómo funciona realmente y daña la vida humana el sistema monetario que ellos defienden.

  • Nuevos avances en la política británica

    Nuevos avances en la política británica

    El partido británico Green Party of England and Wales ha incluido en su programa económico el concepto de ‘dinero soberano’ en su apartado de política monetaria titulado «Recobrando el control de nuestro dinero«.

    «Creemos que ha llegado el momento de que reconozcamos que la creación del dinero y la regulación del suministro de dinero es demasiado importante como para ser dejado en manos de bancos privados con ánimo de lucro, que debería devuelto bajo el control democrático del Estado».

    Poco a poco esta cuestión emerge en el debate político. Es sólo cuestión de tiempo que los partidos españoles, sobre todo los partidos recién llegados, se den cuenta de que no van a ser capaces de conseguir ninguna reforma sustancial del sistema económico y financiero si no hincan el diente a la raíz del problema: el sistema monetario.